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Como ya se acerca la festividad de nuestra excelsa patrona, Santa María de la Victoria, vamos a ir tratando diversos aspectos de la forma en que se ha presentado la imagen a través del tiempo, sobre todo haciendo incapie en la apariencia en la cual se nos ha mostrado por mas largo periodo de tiempo, que ha sido revestida con suntuosos ropajes, algunos de los cuales aun conserva, y que desafortunadamente no volverá a lucir..
La imagen de la Virgen de la Victoria, es una talla posiblemente de escuela flamenca, realizada en el S.XV, regalo del Emperador Maximiliano de Austria a los Reyes Catolicos Isabel y Fernando,con motivo del matrimonio de una de las hijas de los monarcas españoles.
La imagen a pesar de ser de talla completa, es de las llamadas de chuleta o de retablo, por lo que jamas su espalda fue tallada completa, contemplándose la parte trasera como una basta terminacion y sin policromía.
Es por esto que cuando la moda se impone de vestir a las patronas locales de las ciudades con suntuosos ropajes, esta imagen es una de las que acogió con mayor motivo esta nueva moda, pues permitia el poderse contemplar plenamente desde atrás, y así mismo procesionarse con dignidad y decoro.
La imagen de la Señora, permanecio asi inalterada a grandes rasgos hasta 1943, en que el escultor Adrián Risueño la restaura, y le añade la parte trasera con telas y paños encolados que después policromía a semejanza del resto del conjunto, es por tanto la parte trasera que hoy conocemos una obra moderna, de no muy buena calidad, aunque ha permitido que se pueda contemplar la escultura sin ropajes, sin que quede de mal efecto a la visión de los fieles.
Por todo esto, creo como opinión personal y de la de muchos otros malagueños, que a la patrona se le debería de colocar al menos para la procesión alguno de los ricos mantos que aun posee, pues es como se nos ha presentado durante siglos, y además no cubre nada de la talla original .
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