Desde hace tiempo, existe un grupo de devotos en la barriada de Huelin, y con gran ilusión han creado una nueva Asociación Cofrade, la de Nuestro Padre Jesús de la Clemencia y Nuestra Señora de las Lágrimas del Carmen, novedosas advocaciones para nuestra ciudad, ya tienen construida desde hace tiempo su capilla callejera en la calle Spiteri, y la imagen de la Virgen es obra del escultor veleño Israel Cornejo.
La imagen ha sido bendecida hoy en el municipio de Velez Málaga ante la negativa de los sacerdotes de Málaga de bendecirla, y:
Mañana día 8 de FEBRERO a las 12 DE LA MAÑANA sera la INAUGURACIÓN DE LA CAPILLA , con la actuación de una banda de música de la capital.
Desde hace meses, estos cofrades buscan lugar para la bendición de la imagen, pero incomprensiblemente por parte de la autoridad eclesiástica, ninguna parroquia los ha acogido para ese acto, he incluso ningún sacerdote se ha prestado a bendecir la imagen, por prohibicion expresa del obispado.
Esto es un problema serio, que muchos cofrades vienen sufriendo en sus respectivos barrios, la política de el Obispado oficialmente permite la creación de nuevas hermandades en los barrios, aunque cuando se crea un grupo de devotos y acuden al párroco de su barrio para que los aconseje y dirija este se niega en rotundo a cualquier movimiento cofrade, no dejando posibilidad alguna de creación de la corporación al menos de forma unida a la iglesia, por eso, ante el desaliento que trae consigo dicha actitud, los cofrades buscan soluciones y se van creando por la ciudad diversas Asociaciones y cada una de ellas busca emplazamiento para sus SAGRADAS IMAGENES, puesto que al final, siempre consiguen los hermanos que algún piadoso sacerdote, las bendiga, estos emplazamientos a menudo son locales comerciales reconvertidos en capillas callejeras, eso si, con mucha dignidad, donde los vecinos pueden acercarse a las imagenes que poco a poco van siendo seña de identidad de su barrio y su propio orgullo y alegría.
Ojala la postura de la iglesia, cambie y estas Asociaciones que son muchas ya por la ciudad, puedan incorporarse a la vida activa en las parroquias de sus barrios, pues de seguro darían vida al templo y a su entorno, pero hasta que ese momento llegue y la iglesia diocesana recapacite y se abra al dialogo, tendremos que seguir viendo a estas Asociaciones con sus cientos de devotos en sus Capillas Callejeras.
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