viernes, 13 de junio de 2008

Criticas del Corpus







Aqui os paso una buena critica de la pagina Tontos de Capitote, que refleja fielmente nuestra festividad del Corpus de 2008
http://tontosdecapirote.blogcindario.com/



CORPUS CHRISTI EN MÁLAGA 2008: "Haced esto en memoria mía"

"Haced esto en memoria mía""Esto es mi cuerpo dado por vosotros, esta es la sangre de la alianza derramada por muchos""Amaos, como Yo os he amado"Se equivocan los que creen que una de las celebraciones católicas más importantes aún conserva ese respaldo popular tal como le ocurre al Jueves Santo, la Resurrección o la Navidad. De la foto engañosa en la que aparecen los beatos trajeados en la Misa del Gallo ya solo quedan por estas fechas las ancianas cotidianas que visitan los templos con la misma frecuencia con que la hacen al practicante, a todas luces una cuestión vital, pues todas ellas saben mucho de Hostias.En España, la festividad del Cuerpo de Cristo o Solemnidad de la Sangre y Cuerpo de Cristo perdió absolutamente su relevancia cuando la jornada dejó de estar marcada en rojo en los almanaques de los esforzados "mileuristas" y en las cábalas de los funcionarios, los cuales ya no podían hacer encaje de bolillos con los asuntos propios para poner una piedra mas en el acueducto del absentismo.En nuestro país se consagran las fiestas al día del trabajo en el que todo el mundo descansa y los que se manifiestan lo hacen un poco por no perder la costumbre; a la Hispanidad, del que poca gente sabe que es el día de la Virgen del Pilar, la patrona de Zaragoza y de la "nostra terra" y a la Constitución con la Inmaculada, el 6 y el 8 de diciembre, aunque muchos duden razonablemente cuál corresponde a cuál. A San José ya le quitaron la fiesta de su onomástica para quemarlo en un ninot con traje de fallera porque ¿qué sentido tiene que sea festivo el día del padre? Un auténtico "petardo". La ciudad de mis días marinos despertó ayer con la sensación habitual de desasosiego propio de quien respiró por sus calles aquellos efluvios especiales de la mayor festividad de la cristiandad tal como si hubiera venido emanada de un soplo divino y que hoy no es más que el resultado de las andanzas de quien tiene que cumplir una obligación pero que lo hace de mala gana, con prisas y sin reparar el significado propio de la Conmemoración mas allá de los desfiles externos. Comprensión que algunos piden en profundas homilías y discursos, evangelio que pretendidamente pretende inculcarse en los fieles pero que, como en otras tantas cosas de Dios, nunca se predica con el ejemplo. "La Eucaristía no es sólo canto y solemnidad" advierte un conocido Canónigo Magistral. La Iglesia celebra su gran fiesta religiosa convocando a los fieles a esa gran "Asamblea eucarística que se reúne en el Templo principal de la Diócesis y que tiene su prolongación en las calles del centro". Todo ello está muy bien sobre el papel, porque esa Gran Llamada que anunciaban las voces autorizadas y que tan bien quedaban enmarcadas en los bellos textos de las encíclicas eclesiales casó contraria a lo que realmente fue la Máxima celebración Eucarística del Año y no sólo en referencia a la procesión si no a todo el conjunto de celebraciones programadas.
VÍSPERAS DESAPROVECHADAS : Ya el Sábado de Vísperas mosqueó enormemente como se cayó del cartel la banda municipal que, como en años anteriores, iba a interpretar marchas y piezas eucarísticas en la escalinata de la Catedral. Y digo yo, ¿para que si no están estos "funcionarios" cobrando del erario público sino es para estar donde deben estar en los eventos más importantes de la ciudad? En lugar de ellos estuvo una banda de cornetas y tambores, la de la Estrella, que sin afán de lucro llenó las calles de sus humildes sones en la llamada inauguración de los altares (a pesar de que muchos aún no estaban ni en proyecto de montaje). Como pudieron, cumplieron el trámite tocando pasacalles como "Piratas del Caribe" para amenizar el estreno. Lo inadecuado de la banda sonora de las Vísperas no fue culpa de una banda cuya misión no tuvo que ser esa ni mucho menos.Poco a poco y a lo largo de la tarde- noche fueron tomando cuerpo los altares que iban a engrandecer el paso del Santísimo en las zonas de la calle del Marqués de Larios, Granada, Pza Spínola, del Carbón y del Siglo. Como siempre en estos temas, deben destacarse afortunados ejemplos de arte efímero como el de la hermandad de los Remedios u otros igual de dignos aunque menos medios, al igual que deben mentarse otros desafortunados ejemplos que quedaron absolutamente adocenados bien por ser impropios ( mas parecido a culto internos penitenciales) u otros, como el de la Agrupación por contar con elementos absurdos (como un Santo Tomás del Misterio de la Cena "encarnando" a Jesucristo con una Samaritana de Salutación) con una pretendida intención de tomar el pelo a los transeúntes entre hojas de palmeras. La conducta de la Agrupación nos deja bien a las claras por donde se pasan los dirigentes cofradieros la celebración del Corpus Christi, sobre todo si no hay sillas, ni tribunas donde poder hacer caja. Todo lo contrario que la loable labor de algunas asociaciones y prohermandades que contribuyeron enormemente, cada una en la medida de sus posibilidades, al engrandecimiento de la fiesta lo cual no se manifestó en las hermandades de penitencia cuyas aportaciones al efecto fueron nulas.Lo mejor del escenario eucarístico que se iba pintando sobre los distintos enclaves de nuestro centro histórico, sin duda, lo supuso el altar de la Adoración Eucarística que, este año, contó con la presencia (mucho más relevante que en la Plaza de la Constitución) del Señor de la Sagrada Cena en la fachada principal de la Catedral.

PROCESIÓN RÁPIDA Y TORTUOSA: Tras la Función Solemne celebrada en el Primer Templo de la Diócesis, la procesión eucarística se echó a andar por la Puerta de las Cadenas de la Catedral buscando cumplir con la cita anual que exige la presencia del Santísimo por las calles de la ciudad para la admiración y contemplación de los fieles. Los defectos observados en el desarrollo del desfile fueron cuasi calcados a los enumerados el año precedente. Hasta los cortes en la procesión se sucedieron en los mismos puntos como si se siguiese un guión preestablecido de despropósitos. Los pitos de la policía local desviando el tráfico, el corte en Sancha de Lara y la desorganización en cuanto a los "tempos" de la procesión fueron, otra vez más, las notas destacadas del evento lo cual deja muy a las claras el interés que hay por parte de los responsables de mejorar las cosas o siquiera corregir los defectos que se repiten un año sí y otro también.A todo esto hay que sumar la lluvia, que menos mal, tan sólo hizo acto de presencia en forma de pequeñas gotas en varios instantes, pero que colaboró insospechadamente en que se "metiera la directa" para recoger cuanto antes los trastos y los santos, lo que aprovecharon algunas hermandades para pegar una insólita "espantá". A la carroza donde iba depositada la Custodia de Seco Velasco no le habían pasado ni un algodoncito del "Aladin". Daba pena que no brillase en todo su esplendor simplemente por una desgana sangrante. Al menos por otra parte, a los jóvenes seminaristas, este año les había dado por guardar un tanto el decoro y vestían preceptiva alba. Por otra parte, se echó de menos la presencia de la Hermandad de las Penas cuya representación estaba mas que preparada pero que finalmente y por desavenencias con el Obispado (que ha denegado la concesión del título de la Archicofradía Sacramental de la Santa Caridad) no se hizo efectiva, entendemos que por los modos y las intenciones, que al parecer de las Penas, se han dejado traslucir en el discurrir del asunto. En cualquier caso si estarán en la Octava de la Parroquia de los Santos Mártires.
LA VUELTA DE LA CENA, LO MEJOR: Sin duda lo mejor de la jornada eucarística fue su cierre. Lamentablemente tuvimos que esperar a bien entrado el mediodía para poder admirar algún tipo de esmero organizativo que sin ser un alarde escénico impecable dejó muy buen sabor de boca sobretodo por lo inédito y lo original de su desenvolvimiento. El momento de la jornada estuvo en el contraluz que se adivinaba desde el interior de la Catedral cuando el Señor de la Cena retornaba desde su Altar al primer templo por la Puerta principal y se dirigía a continuación por las naves catedralicias para salir de nuevo por el Patio de los Naranjos. Un silencio peculiar con el único e imponente protagonismo del Señor del Cáliz surcando la inmensidad de los muros catedralicios alejado de toda la bulla y los sonoros vítores a los que está acostumbrado esta corporación en su salida penitencial de Semana Santa. Sin colegio Apostólico y sin su barco dorado. Sin música y sin homenajes festivos. Sólo la maestría de su Estampa impartiendo su Bendición en unas severas andas bien exornadas con motivos varios. Después ya en la calle y con el sol radiante reflejado en su rostro volvió la música y el murmullo. Pero antes, había sido protagonista el Señor en cuyo rostro se adivinaba un claro Mensaje que no fue capaz de transmitir la curia ni en la procesión antecedente ni en los profusos y elaborados discursos: "Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la Alianza nueva y eterna que será derramanda por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía".

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